A nivel mundial, las invasiones biológicas representan la segunda causa de pérdida de biodiversidad tanto en ambientes terrestres como acuáticos y los daños ambientales que ocasionan se han cuantificado en billones de dólares. En el Atlántico Oeste, la introducción del pez león ha generado una preocupación entre los diferentes usuarios debido a los impactos ecológicos y económicos que puede ocasionar. Las autoridades de los países afectados en la región han planteado promover su consumo humano para el control de sus poblaciones, disminuir los potenciales impactos hacia el ecosistema y en las actividades pesqueras y recreativas.